No me lo puedo creer, he quedado, he quedado con él, con
Will. ¿Qué me voy a poner? ¿qué voy a hacer?¿qué…?Nicky quieta, pareces tonta,
tranquilízate un poco, como si nunca hubieses quedado para ir al cine.
Ahí está. Ha venido, imposible, es él, es él y esos ojos…Vuelve,
vuelve…
-Hola, ¿qué tal estás?
-Bien ¿y tú?-pero que voz me había salido…
-Bien, ya he comprado las entradas
-¡Ah! ¿Y sin preguntármelo?, te parecerá bonito- dije con
cara de niña enfadada- ¿Y se puede saber qué película es?
-Claro, vamos a ver “Forever”.
-¿No es un poco pastel para ti?
-No, me gustan las de llorar- y hizo esa medio sonrisa que
me gustaba tanto-¿A ti no?
-Me encantan.
Entramos a ver la película, la verdad es que me lo pasé muy
bien. Después me acompañó a casa y volví a mi mundo.
Querido diario:
Hacia mucho
tiempo que no escribía pero también hacia mucho tiempo que no conocía a nadie
como él… Él es, como decirlo, maravilloso, y esos ojos, ¿por que tendrán que
ser tan bonitos? Pero lo que menos me gusta es que desde la primera que lo vi vez no he dejado de
idolatrarlo y pensar en lo perfecto que era, pero como todo el mundo sabe la
perfección no existe, así que voy a tener que buscar un remedio contra esta
enfermedad y lamentablemente no creo que con un antibiótico me cure. ¿Pero me
estoy oyendo?¿qué hago? Esto no es normal en mí, no, no lo es.
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