-¿Qué desea tomar?
-Un café, por favor-le serví el café y una sonrisa iluminó
su rostro
- ¿Algo más?-pregunté queriendo escapar de ese lugar lo
antes posible.
-No, gracias.-Miró el café y alzó la cabeza- ¿Tú no eres la de esta mañana? Te he tirado el
café por encima y no me he disculpado, lo siento.
-No pasa nada, de verdad.
-Bueno si puedo hacer algo por ti, dímelo.-Si claro, algo
por mi pues como no seas capaz de borrar esos ojos de mi cabeza no se me ocurre
nada(pensé con ironía)- No, nada.
Entonces me paga y se va, bueno no creo que lo vuelva a ver
o eso espero, pero en el ticket hay un número de teléfono y un texto que dice “llámame, Will.”. ¿Esto que es?,
¿de verdad Dios, de verdad?,llevo dos semanas pensando en él y ahora que más o
menos conseguía apartarlo de mi cabeza me hace esto, bueno me parece de mala
educación no contestar así que cuando llegue a casa le llamaré.
-Hola, ¿está Will?
-Si soy yo, la verdad es que no pensaría que llamarías
después de lo del café.
-Ya te he dicho que no pasaba nada y además no me parecía de
buena educación no contestar.
-Ja ja, vale.- su voz sonó burlona- ¿Haces algo el sábado?
-¿Le preguntas eso a todas las chicas a las que le tiras el
café?-intenté poner voz sarcástica.
-No, solo a las guapas y da la casualidad de que solo lo he
hecho una vez y creo que me va a decir que no.
- Vale…-que chico más majo-No hago nada, ¿y tú?
- ¿Le preguntas eso a todos los chicos que te tiran el café?
-Ja ja muy gracioso, no solo se lo pregunto a los que no me
piden perdón hasta pasadas 9 horas.
-O sea que te gustan los tipos malos... Bueno, me callo, que
al final no querrás venir conmigo al cine el sábado.
-Vale, nos vemos en el ABC a las 18:00h.Adiós.
tu novela es fascinante =)
ResponderEliminarme encanta